jueves, 26 de septiembre de 2013

EL ESPOSO Y LA ESPOSA

Éxo.4.24. Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo. Éxo.4.25. Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Éxo.4.26. Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión. Éxo.21.8. Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. Pro.18.22. El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová. Isa.62.4. Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá [“mi deleite está en ella”], y tu tierra, Beula [“desposada”]; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada. Isa.62.5. Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo. Jer.3.14. Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion; Jer.3.15. y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia. Mat.9.15. Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Mat.25.1. Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Mat.25.2. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Mat.25.3. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; Mat.25.4. mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Mat.25.5. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Mat.25.6. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Mat.25.7. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Mat.25.8. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mat.25.9. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Mat.25.10. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Mat.25.11. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mat.25.12. Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Mar.12.20. Hubo siete hermanos; el primero tomó esposa, y murió sin dejar descendencia. Mar.12.21. Y el segundo se casó con ella, y murió, y tampoco dejó descendencia; y el tercero, de la misma manera. Mar.12.22. Y así los siete, y no dejaron descendencia; y después de todos murió también la mujer. Mar.12.23. En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será ella mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer? Mar.12.24. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios? Mar.12.25. Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos. 1Co.7.29. Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; 1Co.7.30. y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; 1Co.7.31. y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa. 2Co.11.2. Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 2Co.11.3. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 1Te.4.3. pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 1Te.4.4. que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 1Te.4.5. no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; Apo.19.7. Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Apo.19.8. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Apo.21.2. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Apo.21.3. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Apo.21.4. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Apo.21.9. Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Apo.21.10. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, Apo.21.11. teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Apo.21.12. Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; Apo.21.13. al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas. Apo.21.14. Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. Apo.21.15. El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. Apo.21.16. La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. Apo.21.17. Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel. Apo.21.18. El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; Apo.21.19. y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; Apo.21.20. el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. Apo.21.21. Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. Apo.21.22. Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. Apo.21.23. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Apo.21.24. Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Apo.21.25. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Apo.21.26. Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella. Apo.21.27. No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. Apo.22.17. Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

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