sábado, 21 de septiembre de 2013

NACER

Sal.87.5. Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella, Y el Altísimo mismo la establecerá. Sal.87.6. Jehová contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. Selah Sal.87.7. Y cantores y tañedores en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti. Isa.60.1. Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Isa.60.2. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Isa.60.3. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. Isa.60.4. Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Isa.60.5. Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. Isa.60.6. Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová. Isa.60.7. Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. Isa.66.7. Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo. Isa.66.8. ¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos. Isa.66.9. Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. Isa.66.10. Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella; Isa.66.11. para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria. Isa.66.12. Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados. Isa.66.13. Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo. Mat.11.11. De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Luc.2.10. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Luc.2.11. que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Luc.2.12. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Jua.3.3. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Jua.3.4. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Jua.3.5. Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Jua.3.6. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu [la misma palabra griega significa tanto “viento”, como “espíritu”], espíritu es. Jua.3.7. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. Jua.3.8. El viento [la misma palabra griega significa tanto “viento”, como “espíritu”] sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Gál.4.4. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, Gál.4.5. para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Gál.4.6. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Gál.4.7. Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. Gál.4.28. Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Gál.4.29. Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Gál.4.30. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. Gál.4.31. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre. San.1.18. El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. San.1.19. Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; San.1.20. porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. San.1.21. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. San.1.22. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. San.1.23. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. San.1.24. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. San.1.25. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. 1Ju.3.9. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 1Ju.3.10. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 1Ju.4.7. Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 1Ju.4.8. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 1Ju.4.9. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 1Ju.4.10. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 1Ju.4.11. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 1Ju.4.12. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 1Ju.4.13. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 1Ju.4.14. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 1Ju.4.15. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 1Ju.4.16. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 1Ju.5.1. Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. 1Ju.5.2. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 1Ju.5.3. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 1Ju.5.4. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 1Ju.5.5. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

No hay comentarios:

Publicar un comentario