jueves, 19 de septiembre de 2013

EL TESORO

Éxo.19.5. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Deu.28.11. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. Deu.28.12. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Deu.28.13. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, Deu.33.19. Llamarán a los pueblos a su monte; Allí sacrificarán sacrificios de justicia, Por lo cual chuparán la abundancia de los mares, Y los tesoros escondidos de la arena. Pro.2.3. Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Pro.2.4. Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Pro.2.5. Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios. Pro.2.6. Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Pro.2.7. Él provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente. Pro.8.20. Por vereda de justicia guiaré, Por en medio de sendas de juicio, Pro.8.21. Para hacer que los que me aman tengan su heredad, Y que yo llene sus tesoros. Pro.21.6. Amontonar tesoros con lengua mentirosa Es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte. Pro.21.7. La rapiña de los impíos los destruirá, Por cuanto no quisieron hacer juicio. Pro.21.20. Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato todo lo disipa. Isa.33.5. Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. Isa.33.6. Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro. Isa.39.2. Y se regocijó con ellos Ezequías, y les mostró la casa de su tesoro, plata y oro, especias, ungüentos preciosos, toda su casa de armas, y todo lo que se hallaba en sus tesoros; no hubo cosa en su casa y en todos sus dominios, que Ezequías no les mostrase. Isa.39.3. Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido a ti? Y Ezequías respondió: De tierra muy lejana han venido a mí, de Babilonia. Isa.39.4. Dijo entonces: ¿Qué han visto en tu casa? Y dijo Ezequías: Todo lo que hay en mi casa han visto, y ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado. Isa.39.5. Entonces dijo Isaías a Ezequías: Oye palabra de Jehová de los ejércitos: Isa.39.6. He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará, dice Jehová. Isa.45.2. Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; Isa.45.3. y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre. Zac.11.12. Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Zac.11.13. Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro. Mat.27.3. Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, Mat.27.4. diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Mat.27.5. Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Mat.27.6. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Mat.27.7. Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. Mat.27.8. Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. Mat.27.9. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; Mat.27.10. y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor. Mal.3.16. Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Mal.3.17. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Mal.3.18. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve. Mat.6.19. No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; Mat.6.20. sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Mat.6.21. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mat.12.35. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mat.12.36. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Mat.12.37. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Mat.13.44. Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Mat.13.52. Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. Mat.19.17. Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Mat.19.18. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Mat.19.19. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mat.19.20. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Mat.19.21. Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Mat.19.22. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Luc.12.16. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Luc.12.17. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Luc.12.18. Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; Luc.12.19. y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Luc.12.20. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Luc.12.21. Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. 2Co.4.5. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 2Co.4.6. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2Co.4.7. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 2Co.4.8. que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 2Co.4.9. perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 2Co.4.10. llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 2Co.4.11. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Col.2.2. para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, Col.2.3. en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Col.2.4. Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. San.5.1. ¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. San.5.2. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. San.5.3. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. San.5.4. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. San.5.5. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. San.5.6. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.

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