lunes, 16 de septiembre de 2013

EL SUFRIMIENTO

Jer.20.7. Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Jer.20.8. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. Jer.20.9. Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude. Jer.20.10. Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, denunciémosle. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza. Jer.20.11. Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada. Rom.12.11. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; Rom.12.12. gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; Rom.12.13. compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Rom.12.14. Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. Rom.12.15. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Rom.12.16. Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. Rom.12.17. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Rom.12.18. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. Rom.12.19. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. 1Co.6.7. Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? 1Co.13.3. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 1Co.13.4. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 1Co.13.5. no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 1Co.13.6. no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 1Co.13.7. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 2Co.1.5. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 2Co.1.6. Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. 2Co.1.7. Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación. 2Ti.2.3. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 2Ti.2.4. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 2Ti.2.5. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 2Ti.2.6. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 2Ti.2.11. Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 2Ti.2.12. Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. 2Ti.2.13. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo. 2Ti.2.24. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 2Ti.2.25. que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 2Ti.2.26. y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él. 2Ti.4.1. Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2Ti.4.2. que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 2Ti.4.3. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 2Ti.4.4. y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 2Ti.4.5. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. Heb.12.1. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, Heb.12.2. puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Heb.12.3. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Heb.12.4. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; San.5.7. Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. San.5.8. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. San.5.9. Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. San.5.10. Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. San.5.11. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. 1Pe.2.19. Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. 1Pe.2.20. Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. 1Pe.2.21. Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;

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