lunes, 2 de septiembre de 2013

EL PAN

Éxo.16.4. Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. Éxo.16.5. Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día. Deu.8.3. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. 1Sa.21.4. El sacerdote respondió a David y dijo: No tengo pan común a la mano, solamente tengo pan sagrado; pero lo daré si los criados se han guardado a lo menos de mujeres. 1Sa.21.5. Y David respondió al sacerdote, y le dijo: En verdad las mujeres han estado lejos de nosotros ayer y anteayer; cuando yo salí, ya los vasos de los jóvenes eran santos, aunque el viaje es profano; ¿cuánto más no serán santos hoy sus vasos? 1Sa.21.6. Así el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había otro pan sino los panes de la proposición, los cuales habían sido quitados de la presencia de Jehová, para poner panes calientes el día que aquéllos fueron quitados. Neh.9.15. Les diste pan del cielo en su hambre, y en su sed les sacaste aguas de la peña; y les dijiste que entrasen a poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano y juraste que se la darías. Pro.22.9. El ojo misericordioso será bendito, Porque dio de su pan al indigente. Ecl.9.7. Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios. Ecl.9.8. En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza. Isa.33.15. El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; Isa.33.16. éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. Isa.55.1. A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. Isa.55.2. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Isa.55.3. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. Isa.58.7. ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Isa.58.8. Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Isa.58.9. Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; Isa.58.10. y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Mat.4.4. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mat.6.8. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Mat.6.9. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Mat.6.10. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mat.6.11. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Mat.6.12. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Mat.6.13. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Mat.26.26. Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Mat.26.27. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; Mat.26.28. porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Mat.26.29. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Luc.11.9. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Luc.11.10. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Luc.11.11. ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? Luc.11.12. ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Luc.11.13. Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Jua.6.26. Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Jua.6.27. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. Jua.6.28. Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Jua.6.29. Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. Jua.6.30. Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? Jua.6.31. Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Jua.6.32. Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Jua.6.33. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Jua.6.34. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jua.6.35. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Jua.6.48. Yo soy el pan de vida. Jua.6.49. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Jua.6.50. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Jua.6.51. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Jua.6.52. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jua.6.53. Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. Jua.6.54. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Jua.6.55. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. Jua.6.56. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Jua.6.57. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Jua.6.58. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. 1Co.5.7. Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. 1Co.5.8. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 1Co.10.13. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1Co.10.14. Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 1Co.10.15. Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo. 1Co.10.16. La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? 1Co.10.17. Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. 1Co.11.26. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. 1Co.11.27. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 1Co.11.28. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 1Co.11.29. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 1Co.11.30. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 2Co.9.8. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 2Co.9.9. como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. 2Co.9.10. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 2Co.9.11. para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

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