lunes, 23 de septiembre de 2013

EL SER INTELIGENTE

1Re.3.11. Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oir juicio, 1Re.3.12. he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. 1Re.7.13. Y envió el rey Salomón, e hizo venir de Tiro a Hiram, 1Re.7.14. hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este, pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra. Job.12.12. En los ancianos está la ciencia, Y en la larga edad la inteligencia. Job.12.13. Con Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia. Job.28.28. Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal, la inteligencia. Sal.49.1. [Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.] Oíd esto, pueblos todos; Escuchad, habitantes todos del mundo, Sal.49.2. Así los plebeyos como los nobles, El rico y el pobre juntamente. Sal.49.3. Mi boca hablará sabiduría, Y el pensamiento de mi corazón inteligencia. Sal.49.4. Inclinaré al proverbio mi oído; Declararé con el arpa mi enigma. Sal.119.97. [Mem] ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Sal.119.98. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. Sal.119.99. Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. Sal.119.100. Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; Sal.119.101. De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. Sal.119.102. No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. Sal.119.103. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. Sal.119.104. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. Pro.2.1. Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Pro.2.2. Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Pro.2.3. Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Pro.2.4. Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Pro.2.5. Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios. Pro.2.6. Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Pro.2.7. Él provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente. Pro.3.13. Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia; Pro.3.14. Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. Pro.3.15. Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. Pro.3.16. Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra. Pro.3.17. Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz. Pro.3.18. Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, Y bienaventurados son los que la retienen. Pro.3.19. Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia. Pro.3.20. Con su ciencia los abismos fueron divididos, Y destilan rocío los cielos. Pro.3.21. Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, Pro.3.22. Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello. Pro.3.23. Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará. Pro.3.24. Cuando te acuestes, no tendrás temor, Sino que te acostarás, y tu sueño será grato. Pro.3.25. No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere, Pro.3.26. Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de quedar preso. Pro.4.4. Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás. Pro.4.5. Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca; Pro.4.6. No la dejes, y ella te guardará; Amala, y te conservará. Pro.4.7. Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Pro.4.8. Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado. Pro.4.9. Adorno de gracia dará a tu cabeza; Corona de hermosura te entregará. Pro.4.10. Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. Pro.4.11. Por el camino de la sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho andar. Pro.4.12. Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, Y si corrieres, no tropezarás. Pro.4.13. Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida. Pro.8.1. ¿No clama la sabiduría, Y da su voz la inteligencia? Pro.8.2. En las alturas junto al camino, A las encrucijadas de las veredas se para; Pro.8.3. En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, A la entrada de las puertas da voces: Pro.8.4. Oh hombres, a vosotros clamo; Dirijo mi voz a los hijos de los hombres. Pro.8.5. Entended, oh simples, discreción; Y vosotros, necios, entrad en cordura. Pro.8.6. Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas rectas. Pro.8.7. Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios. Pro.8.8. Justas son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida. Pro.8.9. Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables a los que han hallado sabiduría. Pro.8.10. Recibid mi enseñanza, y no plata; Y ciencia antes que el oro escogido. Pro.8.11. Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella. Pro.8.12. Yo, la sabiduría, habito con la cordura, Y hallo la ciencia de los consejos. Pro.8.13. El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. Pro.8.14. Conmigo está el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder. Pro.16.16. Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale más que la plata. Pro.16.17. El camino de los rectos se aparta del mal; Su vida guarda el que guarda su camino. Pro.19.8. El que posee entendimiento ama su alma; El que guarda la inteligencia hallará el bien. Luc.2.39. Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Luc.2.40. Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. Luc.2.41. Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; Luc.2.42. y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. Luc.2.43. Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. Luc.2.44. Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; Luc.2.45. pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. Luc.2.46. Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Luc.2.47. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. Efe.1.3. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, Efe.1.4. según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, Efe.1.5. en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, Efe.1.6. para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, Efe.1.7. en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, Efe.1.8. que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, Efe.1.9. dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, Efe.1.10. de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. Efe.1.11. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, Efe.1.12. a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.

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