martes, 24 de septiembre de 2013

EL LADRON

Éxo.22.1. Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas. Éxo.22.2. Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte. Éxo.22.3. Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto. Éxo.22.4. Si fuere hallado con el hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble. Deu.24.7. Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti. Pro.6.30. No tienen en poco al ladrón si hurta Para saciar su apetito cuando tiene hambre; Pro.6.31. Pero si es sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa. Eze.18.10. Mas si engendrare hijo ladrón, derramador de sangre, o que haga alguna cosa de estas, Eze.18.11. y que no haga las otras, sino que comiere sobre los montes, o violare la mujer de su prójimo, Eze.18.12. al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos e hiciere abominación, Eze.18.13. prestare a interés y tomare usura; ¿vivirá éste? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morirá, su sangre será sobre él. Eze.18.14. Pero si éste engendrare hijo, el cual viere todos los pecados que su padre hizo, y viéndolos no hiciere según ellos; Eze.18.15. no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; la mujer de su prójimo no violare, Eze.18.16. ni oprimiere a nadie, la prenda no retuviere, ni cometiere robos; al hambriento diere de su pan, y cubriere con vestido al desnudo; Eze.18.17. apartare su mano del pobre, interés y usura no recibiere; guardare mis decretos y anduviere en mis ordenanzas; éste no morirá por la maldad de su padre; de cierto vivirá. Mat.6.20. sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Mat.6.21. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mat.21.12. Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; Mat.21.13. y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Mat.21.14. Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó. Mat.24.42. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Mat.24.43. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Mat.24.44. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. Mat.24.45. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Mat.24.46. Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. Mat.24.47. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. Mat.24.48. Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; Mat.24.49. y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, Mat.24.50. vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, Mat.24.51. y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes. Luc.18.10. Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. Luc.18.11. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; Luc.18.12. ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Luc.18.13. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Luc.18.14. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Jua.10.1. De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. Jua.10.2. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. Jua.10.3. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Jua.10.4. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Jua.10.5. Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Jua.18.36. Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Jua.18.37. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Jua.18.38. Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito. Jua.18.39. Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos? Jua.18.40. Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón. Jua.19.1. Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó. 1Te.5.1. Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. 1Te.5.2. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; 1Te.5.3. que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 1Te.5.4. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 1Te.5.5. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. 1Te.5.6. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. 1Te.5.7. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 1Te.5.8. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. 1Te.5.9. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 1Te.5.10. quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 1Te.5.11. Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. 1Pe.4.12. Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 1Pe.4.13. sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 1Pe.4.14. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 1Pe.4.15. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 1Pe.4.16. pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 1Pe.4.17. Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 1Pe.4.18. Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? 1Pe.4.19. De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.

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