lunes, 23 de septiembre de 2013

NO DESMAYES

Deu.1.21. Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes. Deu.7.11. Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas. Deu.7.12. Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. Deu.7.13. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría. Deu.7.14. Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados. Deu.7.15. Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren. Deu.7.16. Y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo. Deu.7.17. Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar? Deu.7.18. no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto; Deu.7.19. de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. Deu.7.20. También enviará Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido de delante de ti. Deu.7.21. No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible. Jos.1.5. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Jos.1.6. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Jos.1.7. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Jos.1.8. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Jos.1.9. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Sal.27.13. Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. Sal.61.1. [Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.] Oye, oh Dios, mi clamor; A mi oración atiende. Sal.61.2. Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, Sal.61.3. Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo. Sal.61.4. Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah Sal.61.5. Porque tú, oh Dios, has oído mis votos; Me has dado la heredad de los que temen tu nombre. Sal.61.6. Días sobre días añadirás al rey; Sus años serán como generación y generación. Sal.61.7. Estará para siempre delante de Dios; Prepara misericordia y verdad para que lo conserven. Sal.61.8. Así cantaré tu nombre para siempre, Pagando mis votos cada día. Isa.41.10. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isa.41.11. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Isa.41.12. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Isa.41.13. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. Isa.41.14. No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor. Isa.41.15. He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a tamo. Isa.42.4. No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley. Isa.42.5. Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan: Isa.42.6. Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, Isa.42.7. para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas. Isa.42.8. Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas. Isa.42.9. He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias. Luc.18.1. También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, Luc.18.2. diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Luc.18.3. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Luc.18.4. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, Luc.18.5. sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Luc.18.6. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. Luc.18.7. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Luc.18.8. Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? 2Co.3.17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 2Co.3.18. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2Co.4.1. Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2Co.4.2. Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios. 2Co.4.15. Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. 2Co.4.16. Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 2Co.4.17. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 2Co.4.18. no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Gál.6.6. El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. Gál.6.7. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gál.6.8. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gál.6.9. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gál.6.10. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Heb.12.3. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Heb.12.4. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; Heb.12.5. y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Heb.12.6. Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Heb.12.7. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Heb.12.8. Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

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