lunes, 21 de octubre de 2013

CUAL ES NUESTRO ALIMENTO

Job.38.38. Cuando el polvo se ha convertido en dureza, Y los terrones se han pegado unos con otros? Job.38.39. ¿Cazarás tú la presa para el león? ¿Saciarás el hambre de los leoncillos, Job.38.40. Cuando están echados en las cuevas, O se están en sus guaridas para acechar? Job.38.41. ¿Quién prepara al cuervo su alimento, Cuando sus polluelos claman a Dios, Y andan errantes por falta de comida? Sal.136.16. Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. Sal.136.17. Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia; Sal.136.18. Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia; Sal.136.19. A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia; Sal.136.20. Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia; Sal.136.21. Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia; Sal.136.22. En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia. Sal.136.23. Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; Sal.136.24. Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia. Sal.136.25. El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia. Isa.44.13. El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. Isa.44.14. Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia. Isa.44.15. De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. Isa.44.16. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; Isa.44.17. y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú. Isa.44.18. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. Isa.44.19. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? Isa.44.20. De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha? Isa.44.21. Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, porque mi siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú; Israel, no me olvides. Mat.6.25. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mat.6.26. Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? Mat.24.43. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Mat.24.44. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. Mat.24.45. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Mat.24.46. Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. Mat.24.47. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. Mat.24.48. Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; Mat.24.49. y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, Mat.24.50. vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, Mat.24.51. y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes. 1Co.10.1. Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 1Co.10.2. y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 1Co.10.3. y todos comieron el mismo alimento espiritual, 1Co.10.4. y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. 1Co.10.5. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. 1Co.10.6. Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 1Co.10.7. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. 1Co.10.8. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 1Co.10.9. Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 1Co.10.10. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 1Co.10.11. Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 1Co.10.12. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

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