miércoles, 16 de octubre de 2013

EL INUTIL

Pro.26.7. Las piernas del cojo penden inútiles; Así es el proverbio en la boca del necio. Zac.11.15. Y me dijo Jehová: Toma aún los aperos de un pastor insensato; Zac.11.16. porque he aquí, yo levanto en la tierra a un pastor que no visitará las perdidas, ni buscará la pequeña, ni curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas, sino que comerá la carne de la gorda, y romperá sus pezuñas. Zac.11.17. ¡Ay del pastor inútil que abandona el ganado! Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido. Mat.25.14. Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. Mat.25.15. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Mat.25.16. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Mat.25.17. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Mat.25.18. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Mat.25.19. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Mat.25.20. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Mat.25.21. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mat.25.22. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Mat.25.23. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mat.25.24. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; Mat.25.25. por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Mat.25.26. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Mat.25.27. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Mat.25.28. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Mat.25.29. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Mat.25.30. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Luc.17.7. ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? Luc.17.8. ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú? Luc.17.9. ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. Luc.17.10. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos. Rom.3.9. ¿Qué, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Rom.3.10. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; Rom.3.11. No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Rom.3.12. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Rom.3.13. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Rom.3.14. Su boca está llena de maldición y de amargura. Rom.3.15. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Rom.3.16. Quebranto y desventura hay en sus caminos; Rom.3.17. Y no conocieron camino de paz. Rom.3.18. No hay temor de Dios delante de sus ojos. Rom.3.19. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; Rom.3.20. ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Rom.3.21. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; Rom.3.22. la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, Rom.3.23. por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, Rom.3.24. siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, Rom.3.25. a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, Rom.3.26. con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

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