jueves, 10 de octubre de 2013

EN MEMORIA

Éxo.12.14. Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis. Éxo.12.15. Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel. Éxo.12.16. El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer. Éxo.12.17. Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua. Éxo.12.18. En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde. Éxo.12.19. Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel. Éxo.12.20. Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura. Éxo.13.3. Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado. Éxo.13.4. Vosotros salís hoy en el mes de Abib. Éxo.13.5. Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás esta celebración en este mes. Éxo.13.6. Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Jehová. Éxo.13.7. Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio. Éxo.13.8. Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. Éxo.13.9. Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto. 1Cr.16.11. Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente. 1Cr.16.12. Haced memoria de las maravillas que ha hecho, De sus prodigios, y de los juicios de su boca, 1Cr.16.13. Oh vosotros, hijos de Israel su siervo, Hijos de Jacob, sus escogidos. 1Cr.16.14. Jehová, él es nuestro Dios; Sus juicios están en toda la tierra. 1Cr.16.15. Él hace memoria de su pacto perpetuamente, Y de la palabra que él mandó para mil generaciones; 1Cr.16.16. Del pacto que concertó con Abraham, Y de su juramento a Isaac; 1Cr.16.17. El cual confirmó a Jacob por estatuto, Y a Israel por pacto sempiterno, 1Cr.16.18. Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, Porción de tu heredad. Sal.8.3. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Sal.8.4. Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Sal.8.5. Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. Sal.8.6. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: Sal.8.7. Ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo, Sal.8.8. Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar. Sal.8.9. ¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra! Sal.20.1. [Al músico principal. Salmo de David.] Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda. Sal.20.2. Te envíe ayuda desde el santuario, Y desde Sion te sostenga. Sal.20.3. Haga memoria de todas tus ofrendas, Y acepte tu holocausto. Selah Sal.20.4. Te dé conforme al deseo de tu corazón, Y cumpla todo tu consejo. Sal.20.5. Nosotros nos alegraremos en tu salvación, Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; Conceda Jehová todas tus peticiones. Sal.20.6. Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra. Sal.20.7. Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Sal.20.8. Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. Sal.20.9. Salva, Jehová; Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos. Sal.102.12. Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre, Y tu memoria de generación en generación. Sal.102.13. Te levantarás y tendrás misericordia de Sion, Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado. Sal.102.14. Porque tus siervos aman sus piedras, Y del polvo de ella tienen compasión. Sal.102.15. Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, Y todos los reyes de la tierra tu gloria; Sal.102.16. Por cuanto Jehová habrá edificado a Sion, Y en su gloria será visto; Sal.102.17. Habrá considerado la oración de los desvalidos, Y no habrá desechado el ruego de ellos. Sal.112.5. El hombre de bien tiene misericordia, y presta; Gobierna sus asuntos con juicio, Sal.112.6. Por lo cual no resbalará jamás; En memoria eterna será el justo. Sal.112.7. No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová. Sal.112.8. Asegurado está su corazón; no temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo. Sal.112.9. Reparte, da a los pobres; Su justicia permanece para siempre; Su poder será exaltado en gloria. Sal.112.10. Lo verá el impío y se irritará; Crujirá los dientes, y se consumirá. El deseo de los impíos perecerá. Pro.10.7. La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá. Ecl.9.5. Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. Isa.26.8. También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. Isa.26.9. Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. Isa.63.7. De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades. Isa.63.8. Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. Isa.63.9. En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad. Mal.3.16. Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Mal.3.17. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Mal.3.18. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve. Mat.26.6. Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, Mat.26.7. vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. Mat.26.8. Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? Mat.26.9. Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. Mat.26.10. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. Mat.26.11. Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Mat.26.12. Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. Mat.26.13. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella. Luc.22.14. Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. Luc.22.15. Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! Luc.22.16. Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. Luc.22.17. Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; Luc.22.18. porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. Luc.22.19. Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. Luc.22.20. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. Hec.10.3. Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. Hec.10.4. El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. 2Pe.3.1. Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, 2Pe.3.2. para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; 2Pe.3.3. sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, 2Pe.3.4. y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 2Pe.3.5. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, 2Pe.3.6. por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; 2Pe.3.7. pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 2Pe.3.8. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 2Pe.3.9. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2Pe.3.10. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 2Pe.3.11. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 2Pe.3.12. esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 2Pe.3.13. Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 2Pe.3.14. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. 2Pe.3.15. Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, 2Pe.3.16. casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. 2Pe.3.17. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. 2Pe.3.18. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

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