sábado, 5 de octubre de 2013

EL QUE PROVEE

Gén.22.7. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Gén.22.8. Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Gén.22.9. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Gén.22.10. Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Gén.22.11. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Gén.22.12. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Gén.22.13. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Gén.22.14. Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá [hebreo Jehová-jireh]. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto. Gén.22.15. Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, Gén.22.16. y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; Gén.22.17. de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. Gén.22.18. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. 2Sa.14.14. Porque de cierto morimos, y somos como aguas derramadas por tierra, que no pueden volver a recogerse; ni Dios quita la vida, sino que provee medios para no alejar de sí al desterrado. Sal.68.9. Abundante lluvia esparciste, oh Dios; A tu heredad exhausta tú la reanimaste. Sal.68.10. Los que son de tu grey han morado en ella; Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre. Mat.10.5. A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, Mat.10.6. sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Mat.10.7. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Mat.10.8. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. Mat.10.9. No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; Mat.10.10. ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. Mat.10.11. Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis. Mat.10.12. Y al entrar en la casa, saludadla. Mat.10.13. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. Mat.10.14. Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. Mat.10.15. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad. 1Ti.5.7. Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; 1Ti.5.8. porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. Heb.11.32. ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; Heb.11.33. que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, Heb.11.34. apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Heb.11.35. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Heb.11.36. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Heb.11.37. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; Heb.11.38. de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. Heb.11.39. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; Heb.11.40. proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. Heb.12.1. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, Heb.12.2. puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

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