miércoles, 23 de octubre de 2013

EL ALFARERO

Isa.29.15. ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce? Isa.29.16. Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió? Isa.29.17. ¿No se convertirá de aquí a muy poco tiempo el Líbano en campo fructífero, y el campo fértil será estimado por bosque? Isa.29.18. En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas. Isa.29.19. Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel. Isa.29.20. Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será consumido; serán destruidos todos los que se desvelan para hacer iniquidad, Isa.29.21. los que hacen pecar al hombre en palabra; los que arman lazo al que reprendía en la puerta, y pervierten la causa del justo con vanidad. Jer.18.1. Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Jer.18.2. Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Jer.18.3. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Jer.18.4. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Jer.18.5. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Jer.18.6. ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. Jer.18.7. En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir. Jer.18.8. Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles, Jer.18.9. y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar. Jer.18.10. Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle. Mat.27.1. Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. Mat.27.2. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. Mat.27.3. Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, Mat.27.4. diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Mat.27.5. Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Mat.27.6. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Mat.27.7. Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. Mat.27.8. Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. Mat.27.9. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; Mat.27.10. y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor. Rom.9.20. Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? Rom.9.21. ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? Rom.9.22. ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, Rom.9.23. y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, Rom.9.24. a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles? Rom.9.25. Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, Y a la no amada, amada. Rom.9.26. Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente. Rom.9.27. También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo; Rom.9.28. porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud. Rom.9.29. Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, Como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes. Apo.2.19. Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Apo.2.20. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Apo.2.21. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. Apo.2.22. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Apo.2.23. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. Apo.2.24. Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; Apo.2.25. pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. Apo.2.26. Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, Apo.2.27. y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; Apo.2.28. y le daré la estrella de la mañana. Apo.2.29. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

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