viernes, 18 de octubre de 2013

PORQUE INTERCEDER ?

Rom.8.19. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Rom.8.20. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; Rom.8.21. porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Rom.8.22. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; Rom.8.23. y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Rom.8.24. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Rom.8.25. Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Rom.8.26. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Rom.8.27. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Rom.8.28. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Rom.8.29. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Rom.8.30. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. Rom.8.31. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Rom.8.32. El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? Rom.8.33. ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. Rom.8.34. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. Heb.7.22. Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. Heb.7.23. Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; Heb.7.24. mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; Heb.7.25. por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Heb.7.26. Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; Heb.7.27. que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. Heb.7.28. Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre. Heb.8.1. Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, Heb.8.2. ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.

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