lunes, 7 de octubre de 2013

EL PREMIO

2Sa.22.21. Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. 2Sa.22.22. Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios. 2Sa.22.23. Pues todos sus decretos estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos. 2Sa.22.24. Fui recto para con él, Y me he guardado de mi maldad; 2Sa.22.25. Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista. 2Sa.22.26. Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro. 2Sa.22.27. Limpio te mostrarás para con el limpio, Y rígido serás para con el perverso. 1Co.9.24. ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 1Co.9.25. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 1Co.9.26. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 1Co.9.27. sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. Fil.3.7. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Fil.3.8. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, Fil.3.9. y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; Fil.3.10. a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, Fil.3.11. si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. Fil.3.12. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Fil.3.13. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, Fil.3.14. prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Fil.3.15. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Fil.3.16. Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa. Col.2.8. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Col.2.9. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, Col.2.10. y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. Col.2.11. En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; Col.2.12. sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Col.2.13. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, Col.2.14. anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, Col.2.15. y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Col.2.16. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, Col.2.17. todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. Col.2.18. Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, Col.2.19. y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. 2Pe.2.14. Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición. 2Pe.2.15. Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, 2Pe.2.16. y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta. 2Pe.2.17. Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre. 2Pe.2.18. Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error. 2Pe.2.19. Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. 2Pe.2.20. Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. 2Pe.2.21. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. 2Pe.2.22. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.

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