miércoles, 9 de octubre de 2013

LO DULCE DE LA MIEL

Éxo.3.1. Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Éxo.3.2. Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Éxo.3.3. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Éxo.3.4. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Éxo.3.5. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Éxo.3.6. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Éxo.3.7. Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, Éxo.3.8. y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. Éxo.16.14. Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. Éxo.16.15. Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer. Éxo.16.16. Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. Éxo.16.17. Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; Éxo.16.18. y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. Éxo.16.19. Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. Éxo.16.20. Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés. Éxo.16.21. Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía. Éxo.16.22. En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. Éxo.16.23. Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. Éxo.16.24. Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. Éxo.16.25. Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo. Éxo.16.26. Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará. Éxo.16.27. Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. Éxo.16.28. Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? Éxo.16.29. Mirad que Jehová os dió el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. Éxo.16.30. Así el pueblo reposó el séptimo día. Éxo.16.31. Y la casa de Israel lo llamó Maná [“¿qué es esto?”]; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel. Deu.8.5. Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. Deu.8.6. Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole. Deu.8.7. Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; Deu.8.8. tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; Deu.8.9. tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre. Deu.8.10. Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado. Deu.8.11. Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; Deu.8.12. no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, Deu.8.13. y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; Deu.8.14. y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; Deu.8.15. que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; Deu.8.16. que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; Deu.8.17. y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. Deu.8.18. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. Deu.8.19. Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Deu.8.20. Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios. Sal.19.7. La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Sal.19.8. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. Sal.19.9. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Sal.19.10. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Sal.119.103. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. Sal.119.104. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. Sal.119.105. [Nun] Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Pro.5.1. Hijo mío, está atento a mi sabiduría, Y a mi inteligencia inclina tu oído, Pro.5.2. Para que guardes consejo, Y tus labios conserven la ciencia. Pro.5.3. Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite; Pro.5.4. Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada de dos filos. Pro.5.5. Sus pies descienden a la muerte; Sus pasos conducen al Seol. Pro.5.6. Sus caminos son inestables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida. Pro.5.7. Ahora pues, hijos, oídme, Y no os apartéis de las razones de mi boca. Pro.5.8. Aleja de ella tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa; Pro.5.9. Para que no des a los extraños tu honor, Y tus años al cruel; Pro.5.10. No sea que extraños se sacien de tu fuerza, Y tus trabajos estén en casa del extraño; Pro.5.11. Y gimas al final, Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo, Pro.5.12. Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión; Pro.5.13. No oí la voz de los que me instruían, Y a los que me enseñaban no incliné mi oído! Pro.5.14. Casi en todo mal he estado, En medio de la sociedad y de la congregación. Pro.5.15. Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo. Pro.5.16. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, Y tus corrientes de aguas por las plazas? Pro.5.17. Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo. Pro.5.18. Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Pro.5.19. Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. Pro.16.23. El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios. Pro.16.24. Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos. Pro.24.13. Come, hijo mío, de la miel, porque es buena, Y el panal es dulce a tu paladar. Pro.24.14. Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; Si la hallares tendrás recompensa, Y al fin tu esperanza no será cortada. Pro.25.16. ¿Hallaste miel? Come lo que te basta, No sea que hastiado de ella la vomites. Isa.7.14. Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel [“Dios con nosotros”]. Isa.7.15. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. Isa.7.16. Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada. Isa.7.17. Jehová hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días cuales nunca vinieron desde el día que Efraín se apartó de Judá, esto es, al rey de Asiria. Isa.7.18. Y acontecerá que aquel día silbará Jehová a la mosca que está en el fin de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria; Isa.7.19. y vendrán y acamparán todos en los valles desiertos, y en las cavernas de las piedras, y en todos los zarzales, y en todas las matas. Isa.7.20. En aquel día el Señor raerá con navaja alquilada, con los que habitan al otro lado del río, esto es, con el rey de Asiria, cabeza y pelo de los pies, y aun la barba también quitará. Isa.7.21. Acontecerá en aquel tiempo, que criará un hombre una vaca y dos ovejas; Isa.7.22. y a causa de la abundancia de leche que darán, comerá mantequilla; ciertamente mantequilla y miel comerá el que quede en medio de la tierra.

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